La botánica al servicio de tu cutis en el exclusivo rincón de belleza del salón Blow Dry Bar Madrid
Antes de las vacaciones de verano y de la exposición al sol, es imprescindible preparar la piel del rostro para que no sufra daños durante toda la época estival. Alba Rabasco, Beauty Therapist de Blow Dry Bar Madrid, afirma que “es muy importante tener una piel bien preparada para que resista mejor a los efectos nocivos del sol, el salitre, el cloro o la humedad”.
Para preparar la piel antes de las vacaciones, desde este salón de belleza referencia de Madrid recomiendan un tratamiento botánico especial para el verano que se centra en la oxigenación, en la renovación celular, la reparación y la hidratación profunda de la piel.
Paso a paso Tratamiento Botánico facial para el verano
Cuando el cliente entra en la cabina de belleza de Blow Dry Bar, experimenta una agradable sensación de relax y confort. La Beauty Therapist realiza, en primer lugar, una consulta aromática para personalizar el tratamiento con unos aceites esenciales escogidos según el desequilibrio que presente la piel del cliente.
Una vez seleccionado el aroma, se realizan tres respiraciones profundas para asegurar que se trata de un momento único de relax y desconexión.
A continuación, se realiza una limpieza profunda de la piel con una crema limpiadora de origen natural del 99%, que elimina las impurezas y mantiene equilibrada la barrera protectora de la piel.
Tras eliminar la crema limpiadora con una muselina de algodón ecológico, se aplica un tónico exfoliante con la ayuda de unos discos de algodón, insistiendo sobre las zonas con más queratinización.
Se realiza una técnica ayurvédica de exfoliación con un cepillado en seco, favoreciendo la microcirculación celular y la eliminación de las células muertas superficiales. Este paso es sumamente relajante a la vez que potente.
Después realizamos otra técnica de exfoliación con un exfoliante de origen botánico equivalente a un ácido glicólico que retexturiza la piel, reduce las líneas de expresión y mejora visiblemente el tono de la piel.
Una vez exfoliada y renovada la capa superficial de la piel, procedemos a la hidratación y nutrición del manto hidrolipídico de la piel con una potente combinación de aceites botánicos pensados para mantener la piel sana y joven. Aceite de semillas de sésamo, de almendras dulces y de hueso de albaricoque, entre otros. Todos ellos utilizados en la tradición ayurvédica de la belleza.
Se termina de reparar la piel con una mascarilla de aloe vera, que también protege.
Por último, se cierra la sesión con un concentrado elaborado con células madre de frambuesas rojas, que está destinado a reforzar la barrera protectora de la piel, evitando que ésta se reactive tan rápido ante agentes externos.
La crema final del tratamiento es de una textura y aroma que te envuelve como si de seda se tratara, repara y suaviza los poros dejando una textura increíble.
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